Con muchos años de retraso, comienzo una labor que ya debería de haber empezado: contar la historia de mi querido Land Rover Santana Serie 2a.
Todo empezó en el verano de 2003, yo tenía ganas tener mi primer coche clásico, y llegó a mis oídos que el hermano de un conocido tenía un viejo land rover guardado en una nave en un pequeño pueblo castellano-manchego....
Fui a verlo y lo encontré debajo de redes para recoger las aceitunas, sacos, y una buena capa de polvo. Emocionado y sin apenas conocer los Land Rover, le dije que se lo compraba. Organizamos la grúa y lo llevé a mi casa.
El coche llevaba la itv creo recordar que del 97, así estuvo al menos 4-5 parado. Llené el radiador con agua, para comprobar que la perdía por el eje de la bomba de agua. Es normal que las empaquetaduras de las bombas de agua se resequen si no se usan, y pierdan agua. Como perdía poco a poco el agua, me dió tiempo a circular por el campo con él, divertirme un poco y comprobar que al menos de motor y caja, no tenía nada especialmente raro.
Y bueno, ahí empezó mi gran error: no medir mis posibilidades reales. Me decidí a realizar los que los ingleses llaman una restauración "nut & bolt", o casi, es decir, lo más profunda que pudiera. Para ello empecé a desmontar el coche por completo, hasta sólo dejar el chasis, con el motor y la caja, y los ejes (un "rolling chassis" como dirían en UK).
Sabía que no me podía enfrentar a desmontar un motor o caja ya que estaba por encima de mis posibilidades como era obvio, pero el resto, seguro que podría. Además, como el motor y cambio parecían correctos, no había necesidad de abrir nada.
Anteriormente he comentado que "cometí mi gran error", y eso tiene una explicación. El coche lo tengo en un pueblecito al que dependiendo del momento, suelo ir poco. Un fin de semana, dos como mucho al mes, a veces ni eso. Claro, afrontar una gran restauración así es imposible. Invirtiendo 4 horas cada mes, o menos, lo grande se acaba haciendo imposible. Y así he estado durante casi 10 años. Dedicando unas horas de vez en cuando, cada vez menos, comido por otras aficiones, y mayores cargas familiares cada año (pequeños monstruitos que corretean y requieren atención), etc, etc.
A lo largo de estos años, arrancaba el motor de vez en cuando, y le ponía alguna pieza nueva, perdiendo cada vez más la esperanza de verlo terminado algún día. Pero hace unos meses, me propuse dar un vuelco a la situación: ahora o nunca. Con hijos pequeños, es el momento de disfrutarlo, de pasear con ellos por el campo, y dejarlo listo para cuando cumplan los 18 y se puedan ir de "guateques" con él!
Así que ahí estamos, intentando darle ese empujón final que lo termine y disfrutarlo después de tantos años. Y por eso he creado este sencillo blog para poderos contar su historia, una historia que podría haber empezado hace años y nunca hice.
Por cierto, aunque tuve la precaución de ir haciendo fotos de todo el proceso no la tuve a la hora de hacer una copia de seguridad de ellas, Murphy siempre está pendiente de lo que hacemos,y el disco duro se rompió mecánicamente, perdiendo la mayor parte de ellas. Esa pérdida me ha supuesto muchos dolores de cabeza a la hora de montar las piezas
Bienvenidos a mi historia......
Este blog te mostrará el proceso de restauración de un icono de los campos españoles, el Land Rover Santana, concretamente un modelo Series 2A. Un proceso de restauración que lleva en marcha demasiados años y que vamos a intentar terminar próximamente. Internet es un lugar maravilloso lleno de información interesante pero poco ordenada y estructurada en la mayoría de los casos, por lo que os ayudaré mostrando las cosas más interesantes.
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